La entrevista

Camisa, corbata, zapatos, todo estaba planeado elegante para la entrevista laboral. Hoy me levanto y después de bañarme me visto y mientras me cambio escucho un cd de Björk y me miro en el espejo y entro en conflicto. Estoy vestido para ir a una graduación o a un casamiento lujoso y son las nueve de la mañana. Me zarpé, me da asco la combinación de sol con la seda negra de la corbata.

Llego tarde (por suerte ya que los demás a entrevistar estaban todos antes y odio esos momentos muertos de espera) pero nadie lo percibe, de hecho las psicólogas especializadas tardaron cinco minutos más. Bien. Todos de traje oscuro, todos para ceremonia nocturna. Menos yo, que antes de salir decidí no engañar a nadie. Mientras gritaba Big Time Sensuality me ocupé de desarreglar todo lo planeado. Jean Rotoso. Camisa a rayas con varios botones desabrochados (camiseta abajo). No corbata. Los zapatos los conservé.

Somos siete, la psicóloga -deliciosa- pregunta por qué se postulan. Yo hago un salteado que consiste en escuchar la primera oración de lo que dicen los otros, dejar la mirada fija y cara de h, y pensar qué digo. Escucho: Quiero crecer (no digas que te postulás por un antojo), Me gustaría crecer, (no digas que te fumaste dos porros antes de mandar el currículum) Siempre quize crecer (no le digas al pelotudo de la punta que te parece un falso y te da asco), Me encanta el crecimiento (anoche no deberías haber chupado tanto alcohol ni hacer tanto desgaste físico ¿te viste las ojeras? pero qué lindo fue, seguro que el olor de las hormonas suma puntos, cómo me mira la psicóloga, ¿le das? jaja, qué atrevido, pero me está mirando...)

-Mariano, ¿Mariano?, ¿vos por qué te postulás?

-Me mantiene en forma una pulsión de cambio constante. Los desafíos son mi alimento. (Guau, no me lo esperaba, y con esa voz casi tanguera, voz de me chupé todo el whisky y me fumé todos los cigarros y estoy preparado para los desafíos. Bien nene.)

Después vienen los tests interminables y no siento culpa de mentir. Las 150 preguntas a responder en diez minutos fueron creadas para mentir. El verdadero sentido del test es descubrir quién es tan pelotudo de responder sí a determinadas atrocidades cuando vas a buscar un trabajo. El test detecta pelotudos. Yo miento, no aguanto la risa.

¿TIENE ARREBATOS DE VIOLENCIA CUANDO ALGUIEN LO INSULTA?

¿SE IRRITA CON FRECUENCIA CUANDO LO MOLESTAN?

¿SU MADRE ES/FUE UNA BUENA MADRE?

¿SI SE LO PROPONE ES CAPAZ DE ANIMAR UNA FIESTA?

¿ES UNA PERSONA SOCIABLE Y CONVERSADORA?

¿A VECES PREFIERE LEER UN LIBRO A CHARLAR CON ALGUIEN?

¿ALGUNA VEZ TUVO GANAS DE DEJAR DE EXISTIR?

¿TIENE ALTIBAJOS EMOCIONALES?

¿TOMÓ DROGAS ALGUNA VEZ?

¿BEBE ALCOHOL EN EXCESO?

De cuál te reís, dice el que está al lado mío, que también ríe. De ninguna en particular, digo y no lo engaño. Los dos reímos.

Después de dos horas de tests de dominó y cuestionarios que incluían "¿cuántas son las mujeres de Sex And The City?", viene la entrevista personal.

¿Cómo te imaginás dentro de cinco años?, dice la psicóloga.

(Continuará)