12 de diciembre de 2009

Menéndez a la cárcel común


Puede que ya no se sientan nada de lo que fueron y puede que ahora sean unos abuelos cariñosos.
Pero lo que representan va más allá de su persona.
Juzgarlos no es juzgar el cuerpo de estos ancianos, es juzgar una política de torturas que dejó un hueco intelectual y un endeudamiento que los argentinos seguimos pagando. Es juzgar por las miles de identidades borrosas que andan todavía por ahí. Por la piel chamuscada.
Para que aquellos que planean cosas parecidas sepan lo que les puede pasar.
Porque juzgar cuerpos es símbolico y lo que los jueces condenaron fue otra cosa.
Porque hay muchas personas que así lo entienden, seguirán cayendo.

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