3 de agosto de 2010

A veces la inestabilidad cobra demasiado sentido. Todo parece derretirse y se cae.
Después puede salir el sol y lo inestable se endurece y se corporiza. Pero cuando las cosas dejan de tener trascendencia parece que todo se va al carajo. Y deseo que salga rápido el sol porque no sé. O porque lo que sé deja de tener sentido ante tanta inestabilidad.
Soy egoísta, quiero ser feliz. Mi felicidad precisa que los demás estén felices.
Estoy en un momento decisivo, es me la juego o no.
No me molestaría ser lavacopas. Me molesta no ser feliz. No me molesta no ser feliz, me molesta no jugar todas las fichas para serlo. Tengo que. Pronto.

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